Con la privatización de los ferrocarriles, muchos pueblos fueron desapareciendo, al compás del cierre de los ramales. Con el argumento de que el servicio era deficitario, se dejó la planificación de la red ferroviaria en manos privadas, Esta situación, redundó en un gran desmanejo, en deficiencias en el servicio y en un inmenso gasto público para subsidiar a los concesionarios.
El Tren es un servicio público y social. Por lo tanto, su objetivo no es generar una ganancia, sino brindar un servicio cada vez mejor. La red debe crecer, permitiendo el desarrollo en todos los rincones de la Argentina.
Es indispensable que el Estado recupere los trenes, para gestionar su funcionamiento en beneficio de todos los ciudadanos. Para garantizar la comunicación entre las provincias, no sólo desde el punto de vista económico, sino principalmente desde el cultural. Y volver a dignificar al trabajador ferroviario, que tiene una historia de esfuerzo y amor por un medio de comunicación esencial en nuestra historia, y necesario en nuestro futuro.
JORGE ABEL FERNANDEZ
Intendente de Lincoln, Bs. As
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